viernes, 15 de marzo de 2013

Capitulo 13: ¡No!




Alice quería hacer otro cambio de ropa, pero yo estaba más que exhausta, en cuanto se metió dentro de su enorme closet a buscar más atuendos me quede tumbada en la cama.
Entonces escuche la risa de Edward a lo lejos, era una hermosa risa, pero no estaba sola, iba acompañada de otra risa aguda. Note que estaba en una casa desconocida, o al menos no la recordaba. Camine hasta el patio, que por alguna razón conocía el camino hacia el, y ahí, en el patio, tirados en el suelo estaban Edward y una pequeña niña jugaban felizmente, y yo me uní a ellos.
-Los quiero mucho papás- dijo la niña más que contenta.
Y entonces desperté.

-Hasta que despiertas, vamos a llegar tarde al instituto- dijo Alice, quien estaba dándome la espalda, ya que observaba su enorme closet.
-¿Alice me prestas algo de ropa?- pregunté sentándome en la orilla de la cama.
-No tienes ni que pedirlo- contesto aventándome un short de mezclilla y una blusa azul cielo de manga corta.
-¿Alice no tienes unos jeans?- pregunté alzando el short.
-¡Ponte algo diferente!- suplico.
-Está bien, está bien-
Me cambie lentamente, ya que un estaba atontada por el sueño.
-¿Lista?- preguntó Alice, cuando termine de cambiarme.
-Si- conteste.
-¡Bella! Arréglate el pelo- ordenó.
-Ya así- conteste entre dientes.
Alice no protesto, se me metió al baño y salió con un peine, y comenzó a cepillar mi cabello delicadamente.
-¡Listo!- gritó aventando el peine a la cama.
-¿Mi mochila?- pregunté recorriendo la habitación con la mirada.
-Edward se la quedo, debe estar abajo- contesto Alice abriendo la puerta.
Cuando salimos de la habitación un exquisito aroma a mantequilla, abrió mi apetito. Alice bajó las escaleras prácticamente  danzando, mientras yo tardaba un poco más.
Al final de las escaleras Edward me esperaba con una sonrisa fresca y ansiosa. De su hombro derecho colgaba mi mochila.
-Buenos días señorita- saludó abrazándome, cuando llegue hasta él.
-Hola- conteste.
-Tendrán toda la tarde para abrazarse y hacer lo que quieran, pero ahora deben apurarse a desayunar o llegaremos tarde- comentó Alice, caminando al comedor.
-Vamos- susurré siguiendo a Alice.

En la cabecera de la mesa estaba Carlisle, a su lado derecho Esme, Edward se sentó al lado izquierdo, yo me senté a su lado, y Alice tomo asiento al lado de Esme.
Sobre la mesa había gran variedad de comida, pero lo único que se me antojaba eran los waffles, que irradiaban ese esquicito aroma a mantequilla.
-¿Qué quieres?- me preguntó Edward al oído.
-Waffles- pedí.
Edward tomo el plato que estaba frente a mí y sobre el coloco dos waffles, para después dármelos.
-¿Juego?- preguntó mientras alzaba la jarra que supuse contenía jugo de naranja.
-Por favor- conteste.
Al terminar de desayunar, Edward nos llevó a Alice y a mí al instituto.
-Te veo al rato amor- prometió Edward antes de irse.

En la primera hora me tocaba con Alice, quería compartir mi enorme alegría con ella, con Edward, con René, con todos. Quería gritar que estaba embarazada del hombre al cual amaba con todo mí ser, pero tenía que esperar un momento perfecto para darle la noticia a Edward.

-Caminas muy lento Bella, apresúrate el profesor Manolo nos va a dejar afuera- me apresuró Alice, mientras me jalaba del brazo.
-Ya, ya llegamos- conteste empujando la puerta del aula.
Entramos, dejamos las mochilas en las sillas y entonces el profesor Manolo entro.
-Buenos días- saludo entrando, se dirigió a su escritorio dejo su portafolio en el escritorio y saco unos papeles del portafolio.
-Buenos días- contestamos en coro.
-Voy a formar tríos para realizar una actividad-
Todos comenzaron a hacerse señales entre amigos, entonces el profesor dijo:
-Dije que yo los voy a formar-
-Ahhhh- dijimos al unisonó, a nadie le agradaba la idea de trabajar sin sus amigos, o que nos tocara con alguien que no concordábamos.
-Jessica, Erick y Mike- comenzó el profesor -Alice, Bella y Josh. Ángela, Rosalie y Emmett. Jasper, Antonieta  y Tyler…- dijo unos tríos más pero no les preste atención.
-Haremos prismas, pirámides, conos, cubos y esferas- avisó el profesor.
-Al equipo de Jessica le tocan prismas, al de Alice cubos, al de Ángela pirámides, al de Jasper conos…- y siguió diciendo.
-Profesor ¿Cómo los vamos a hacer?- preguntó Ángela.
-Con cuarenta centímetros de altura y del material que quieran, ¡Para mañana!-
-¿Cuántos?- pregunté.
-Cinco del que les haya tocado- contestó el profesor -ahora pónganse de acuerdo- añadió.
 -¡Son muchos!- gritó el corpulento de Emmett.
-Si no los quiere hacer no los haga, pero después no reclame calificación-  Contesto el profesor.

Todos comenzamos a juntarnos con nuestro equipo para ponernos de acuerdo, Alice se sentaba a mí lado, así que Josh tuvo que venir.
-¿En qué casa lo hacemos?- pregunté.
-En mi casa- propuso Alice.
Si en casa de Alice era perfecto, ahí estaría Edward.
-No… mejor en la mía- contesto Josh.
-¿Por qué?- le pregunté a Josh.
-Edward me da escalofríos- contesto haciendo una mueca rara.
-Lo que tú quieres decir, es que no quieres ir a mi casa porque sabes que Edward se la pasara con Bella y tú te mueres de celos- dijo Alice sacándole la lengua.
-También- admitió.
-Alice vamos a su casa- comenté comenzando a aburrirme.
-Pero Bella…-
-Alice no pasara nada, solo será un par de horas-
-Que podrías estar con Edward-
-¡Alice!- yo también quería estar con Edward, pero tampoco iba a poner incomodo a Josh.
-Está bien- acepto Alice frustrada.
-Josh ¿Dónde vives?- pregunté.
-Yo las llevo- contesto.
-Edward nos llevara- contesto cortante Alice.
-Alice no seas tan grosera- pedí.
-Bueno chicos mañana sus figuras, recuerden que cuentan para calificación final- dijo el profesor Manolo, anunciando que la hora de matemáticas había acabado.
-Me voy a mi próxima clase- avisé recogiendo mis cosas.
En el almuerzo nos volvimos a reunir con Josh para organizar de qué material llegamos a la conclusión de que serían de cartulina.
El día transcurrió tranquilo con nada digno de contar.
Pero en la salida Edward me esperaba en su Volvo y Alice sonreía. Ella sabía que Edward no nos dejaría irnos solas a casa de Josh, al menos nos iría a dejar y recoger.
-Hola corazón- saludó Edward depositando un besó rápido en mi labios.
-Hola, Ed hoy no iremos a tu casa, Alice y yo tenemos que hacer un trabajo en casa de un compañero-
-Las llevó- dijo.
-Le iré a avisar a Josh que lo seguimos- dijo Alice sonriente.
-¿Cómo te fue?- preguntó Edward.
-Bien, aburrido como siempre-
-Mmmm ¿Hasta qué hora se quedaran en casa de ese tal Josh?-
-No sé, quizá un par de horas-
-Listo tenemos que seguir a la vagoneta familiar verde de allá- dijo Alice señalando una vagoneta a la que subía Josh.
-Pues vamos- dijo Edward con poco ánimo.
Subimos al Volvo y Edward fue siguiendo a Josh, quejándose de lo lento que conducía.
Josh vivía relativamente cerca del instituto, su casa estaba a diez minutos. Vivía en una casa de tamaño mediano color verde, a un lado de la carretera.
-¿A qué hora paso por ustedes?- Preguntó Edward mientras Alice y yo bajábamos.
-En dos horas- contesto Alice.
-Las quiero- se despidió Edward y se fue.
-Vamos a darnos prisa- dijo Josh entrando a su casa.
-¿Tienes cartulinas?- pregunté.
-Claro, ¡tengo una papelería en casa!- dijo orgulloso.
-Pues ve por ella- dijo cortante Alice.
Josh se fue y regreso rápidamente, llevaba un rollo de cartulinas.
-Manos a la obra- dije.
-Yo dibujo- se apresuro a decir Alice.
-Yo  recorto- dije.
-¡Te toca armar!- dijimos Alice y yo al unisonó.
Josh frunció el ceño pero no dijo nada. Alice le arrebato groseramente las cartulinas y se puso a medir y dibujar.
Mientras tanto Josh y yo nos sentamos en el sillón.
-Josh ¿tu baño?- preguntó Alice.
-Es esa puerta- contesto Josh, señalando la puerta situada a un lado de la televisión. Enfrente de nosotros, bueno casi enfrente.
Sin decir más Alice abrió la puerta y entro.
Me puse de pie para empezar a recortar los trazos que Alice ya había marcado. Pero cuando iba a dar el primer paso, mi pie se enredo con el de Josh y esté intentando salvarme de la caída, cayó junto conmigo.
-¡Bella!- escuche la voz chillona de Alice gritar.
Entonces note porque gritaba, Josh y yo por causa de la caída habíamos quedado en una postura un tanto comprometedora.
-No, no Alice, no es lo que piensas- dije rápidamente levantándome del suelo. Josh se levantó después de mí.
-¡¿Qué?! ¡¿Qué no es lo que estoy pensando, pues entonces explícame lo que acabo de ver?!- gritó Alice, furiosa.
-Alice tranquilízate- pidió Josh.
-¡Tu cállate! ¡Y Bella pensé que eras diferente!-
-Alice te juro que no…-
-¡Pero claro!- dijo interrumpiéndome -¡Que ingenuidad la mía, si te acostaste con mi hermano cuando era un desconocido ¿Por qué no te vas a acostar con un chico que conoces hace tres años?!- gritó.
-¡Alice no le faltes el respeto!- le gritó Josh.
-¿Cómo puedes decir algo así?- dije sollozando.
Alice era mi amiga, se supone que me entendía ella sabía que yo quería a Edward de verdad.
-Y te voy a decir algo, que se te grave bien: ¡Edward no te quiere solo estaba jugando contigo!-
No, Edward me quería, él me lo había dicho y yo estaba esperando un bebé de él.
-¡Claro que me quiere!- grité.
-Mira yo te lo digo de una vez, ¡él es así! Ocupa un rato a las chicas y listo- dijo con soberbia.
-¡Alice basta, vete!- ordenó Josh.
-¡Claro que me voy!- dijo Alice saliendo de la casa de Josh.
-¡Nunca te quiero volver a ver en mi casa!- gritó Alice ya afuera de la casa de Josh.
Sin darme cuenta, estaba destrozada llorando en el piso de la sala de Josh.
-Bella tranquilízate- rogaba Josh, intentando levantarme del suelo.
-¡Suéltame!- grité desesperada.

Edward no me quería, había estado jugando conmigo… pero, él había dicho que me quería. Incluso estaba embarazada de él. Pero Alice había permitido que él jugara conmigo, ella, se suponía era mi mejor amiga, y entre amigas nos cuidamos. Ella tenía que haberme dicho que Edward jugaba conmigo.


 Lo actualizaré cuando tenga tiempo.
Si desean conocer mas de mis historias pidan unirse a mi grupo: Novelas del corazón
Colaboradoras: Andre y Maria.

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