miércoles, 2 de octubre de 2013

Capitulo 16: Noche de confesiones.




DOS AÑOS DESPUÉS…



Baje del avión y camine rumbo a la salida del aeropuerto. Entonces visualice a Jacob esperándome recargado sobre la pared del aeropuerto.
Al verme corrió hacia mí, me cargo y me dio vueltas como si fuera una niña pequeña.

-¡Me alegra tanto que estés de vuelta!- dijo depositándome suavemente en el suelo.
-Hola- salude tímidamente.
-Ven, te llevare a comer- dijo jalándome.

Nos subimos en su auto, que ya había renovado por un Mastretta negro.

-Es mexicano ¿no?- pregunté, refiriéndome al auto.
-Así es- contesto inusualmente feliz.

No tardamos mucho en llegar a el restaurant, de hecho llegamos en menos de cinco minutos. El restaurant se veía lujoso y yo no iba vestida adecuadamente por lo que me sentí un poco avergonzada. Jakese estaba comportando como un caballero, como solía hacerlo, antes de que se manchara las manos de sangre.
Comimos y después me llevó a la mansión Stewart.

Al entrar note que todo estaba como lo había dejado, excepto que había autos del año opacando mis viejos autos.

-¿Y esas hermosuras?- pregunte.
-El Mitsubishi Electric Concept CA-MiEV Gris es regalo de Seth, el New BMW ZX-6 2015 Concept Blanco es regalo mío y el 2015 Lincoln Continental: Redefining American Luxury Roja es de parte de Demetri. Como bienvenida-
-¿Enserio? ¡Gracias!- dije abrazándolo emotivamente.
-Sabía que te gustarían- dijo más para él.

Entramos a la casa, me recosté en un sillón y Jacob en el otro. Tenía ganas de preguntarle qué pasaba por su cabeza. ¿Por qué este cambio?
-Jake… ¿Qué te paso?- pregunté con precaución.
-¿A qué te refieres?- contesto sin moverse.
-Es solo que me voy y tú te quedas aquí, siendo un patán pero regreso y tú eres igual a…- deje la frase incompleta.
-Cambie- dijo sentándose en el sofá, por lo que yo hice lo mismo –Cambie como cambiaste tú, como cambia la gente- añadió.
-Pero te comportas como cuando…tú y yo… hace ya más de siete años-
-Porque tú eres la razón de mi cambio. El no tenerte dos años me hizo darme cuenta que te necesito, siempre te he necesitado. Me di cuenta que nuestra lucha valía la pena-
-Tú la abandonaste muy pronto-
-No tenía opción-
-Tú tienes más opción que todos nosotros-
-No-
-James haría lo que fuera porqué tú seas feliz-
-¡Ja! ¿Sabes por qué deje la lucha? Lo intente, pero James tiene a mi mamá sometida, y cuando intente alejarme, cuando tú me dejaste, tuve otra novia ¡la amaba!... pero él la mato -dijo con dolor.

¿James era capaz de tener amenazado a su propio hijo? ¡A su esposa!

-Isabella… ¿tú por qué cambiaste?- Me estremecí al oírlo llamarme así.
-¿Cuándo? ¿De dulce a asesina? ¿De asesina a monstruo? ¿De monstruo a drogadicta?- dije con sarcasmo.
-De drogadicta a Kristen, la dulce Kristen. ¿Por qué dejaste el vicio?-
-Toque fondo- dije fríamente, no me gustaba para nada a donde se dirigía la plática.
-¿Pero cómo? ¿Con qué? Sé que te duele, acabo de ver tu reacción al pronunciarlo, pero quizá te haga sentir mejor háblalo. Yo ya te conté algo que nadie más sabia-
-No es fácil-
-Pero puedes hacerlo-
-¿Recuerdas esa noche? Hace siete años… me empecé a sentir mal, ¡tú estabas tan drogado que apenas si lo notaste! Seth me llevó al hospital, perdí el conocimiento y…-varias lágrimas brotaron de mis ojos, Jacob no dijo nada. Se sentó a mi lado y me abrazo   
- Desperté con Seth a mi lado, dijo que había tenido una sobredosis, y… bueno… que… había… ¡No puedo! ¡No puedo decirlo!- grité parándome bruscamente.

No podía contarle a Jacob de nuestro bebé. Él se molestaría, y dolía mucho pronunciar aquellas palabras en voz alta.

-¿Tan malo es?- pregunto Jacob.
-Es una catástrofe. ¡Lo asesine!- grité llorando.
-¿A quién?- preguntó sin comprender.
-A nadie- dije tratando de recomponerme.
--Vamos, prometo no decir nada-
-¡Yo no quería! Ni siquiera sabía que existía…- dije dejándome caer de rodillas –Seth dijo que lo había… perdido… a nuestro bebé…- concluí.
-¡¿Tu y Seth tuvieron que ver?!- preguntó asustado.
-¡Imbécil!- grité. -¡Nuestro bebé! ¡Tuyo y mío! ¡Jacob y Kristen!- conteste dejando que mi cuerpo se esparciera por el suelo.
-Tuyo y mío- repitió más de diez veces. -¿Por qué no me dijiste?
-Odias los niños y para entonces nuestra relación solo se basaba en drogas-
-Pero él hubiera sido nuestro hijo. Mi hijo a él lo hubiera protegido, amado, él hubiera sido mi fuerza- dijo derrumbándose a mí lado. 

Ninguno de los dos dijo más. Me acerque a él y lo abrace lista para que me rechazara, pero no lo hizo. Me abrazo con fuerza y se puso a sollozar. Y así nos quedamos, abrasados, tirados en él suelo y de luto, por nuestro pequeño que ahora estaba en el cielo.

Desperté sobre mi cama, me intente girar pero tenía un enorme brazo atravesando mi cuerpo que me tenía prisionera.

-Jake levántate, se supone que tenía que ir a ver a James hace ¡una hora!-
-¿Ehh?- preguntó somnoliento Jacob quitando su brazo de mi cintura.
-Tengo que ir a ver a James- conteste, poniéndome unos vaqueros, zapatillas bajas y una blusa de tirantes.
-Tranquila, le marcare y le diré que estamos juntos, que iremos a desayunar y no hay problema-
-Ok- conteste.

Saco su teléfono, dijo unas cuantas palabras, sonrió y se levantó.

-Antes de ir a desayunar tendrás que acompañarme por algo de ropa a mi casa-
-Hace mucho no la visito. Sería buena idea- conteste.

Salimos y decidí que yo conducía. Y quería estrenar mi Mitsubishi Electric Concept CA-MiEV Gris.
 Conduje por la que anteriormente era una ruta muy familiar, y llegamos a la mansión Black 2, la Black 1 era la de James. Espere afuera de la mansión a que Jacob se cambiara, lo cual hizo muy rápido. Él me guio hasta un restaurant, que se me hacía familiar pero no lo recordaba. Era lujoso, pero por primera vez no me importo que fachada llevara.
Entramos y escogimos la mesa que estaba pegada a los ventanales. Al terminar de comer Jacob se me quedo bien, tomo una de mis manos y dijo:
-Intentémoslo de nuevo-
-¿Qué?-
-Lo tuyo y lo mío. Nos merecemos una segunda oportunidad- 
-Jake… no estoy segura…- conteste bajando la mirada a la mesa.
-Solo una oportunidad más- rogo.
-¿Y si no funciona?-
-Seremos buenos amigos-

-Es que… no lo sé… déjame pensarlo- concluí alzando la vista, lo cual fue un error. Sus ojos eran firmes pero delicados, y tenían algo… algo que parecía esperanza…

¿Qué habrá pasado Kristen en Italia? ¿Y Edward? Espero les guste. Lo actualizaré cuando tenga tiempo.
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NOTA: Queda prohibida la copia total o parcial de este fanfic sin permiso de la autora.


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