Alcance a Jacob, quien ya me esperaba
adentro de su auto. El camino de regreso fue en silencio, a pesar de que yo
quería saber porque habíamos regresado tan rápido. No habíamos estado más de
una hora en la fiesta.
Entonces note que no nos dirigíamos
ni a mi departamento, ni a la mansión que James me había asignado y tampoco a
la mansión de Jacob. Si no, que nos dirigíamos a la enorme casa de James.
¿Por eso habíamos regresado? ¿James
le había hablado a Jacob? ¿Sucedió algo o solo un trabajito más?
-¿Que pasó Jacob?- pregunté.
-Mi padre quiere verte-
-¿Para?-
-No sé-
Llegamos a enorme casa de James, que
podría ser descrita mejor por la palabra: castillo. Jacob estaciono su automóvil y bajamos
rápidamente, ambos sabíamos que James odiaba esperar.
-Ya llegamos- avisó Jacob
-Kristen, tengo un trabajo urgente
para ti. Tenemos que aprovechar que los policías están en fiesta, debes meterte
a la estación de policía y borrar todo rastro de el caso “Labios rojos”- dijo
rápidamente.
-¿Por qué? Jacob y sus amigos se
encargan de eso- me quejé.
-¿Qué tal si algo sale mal y descubren
a Jacob? Se nos cae el teatrito-
-Claro, pero si me descubren a mí no
hay problema-
-¡Kristen! Tú eres más ágil para
esto-
-Pero será muy sospecho, Jacob y su
esposa se van de la fiesta y después se pierden archivos- me defendí.
-Jacob y su esposa tuvieron que irse
porque su padre está en el hospital y se puso grave- contesto James, como si
estuviera repitiendo un verso que se sabía de memoria y ya le había hartado.
-¡Son policías, podrían darse
cuenta!- grité.
-¡No me grites!- ordenó James dándome
una bofetada.
-Además los chicos y yo nos
encargamos de armar todo- añadió Jacob.
Me llevé la mano a la mejilla y salí
–prácticamente corriendo– del castillo
de James.
-¡Kristen!- escuche me gritaba James.
-Kristen- dijo con voz dura Jacob,
tomándome del brazo para impedir que continuara avanzando.
-¿Qué?- pregunté casi gritando.
-Yo te llevaré, no es seguro que
andes en taxis-
-Necesito ir a la mansión antes-
-¿A cuál?-
-Stewart- conteste.
James nos daba una enorme mansión a
cada uno de sus trabajadores, las
nombraba según la identidad que nos asignaba. Por lo consiguiente la que yo
ocupaba la había llamado “Stewart”.
Pero muy pocas veces las llamábamos
por sus nombres, para empezar, casi no las mencionábamos.
Jacob me llevó hasta la mansión y
después se fue.
Busque un pants azul y una sudadera
–que era su conjunto– y me los puse juntos con mis converse.
Tome mi pasamontañas y mis gafas. No
llevaría armas, no iba a matar a nadie.
Conduje en mi Jeep hasta la estación
de policías, como ya pasaban de las diez de la noche, estaba bastante oscuro lo
que me ayudaba. Estacione mi camioneta enfrente de la entrada principal. Baje
con las gafas puestas, pero el pasamontañas en la mano.
Iba a intentar entrar por la parte de
enfrente pero una persona se acercaba, así que disimule y camine al lado
contrario de ella.
Me gire y vi como la persona daba la
vuelta, entonces regrese. Me aseguré que nadie me viera, tome una piedra y con
ella rompí el vidrio de una ventana.
Entre rápidamente, cuidando de no
cortarme. Una vez adentro camine a donde había archiveros. Leí las etiquetas y
el ultimo decía: “Casos en procesos”.
Lo abrí, había muchísimos folder pero
leí uno por uno, y ninguno decía Labios
rojos, cerré el cajón y recorrí la habitación con la mirada, entonces, note
que arriba de cada puerta tenía un nombre, supuse del policía al que
pertenecía. Y un nombre me llamo la atención: Carlisle Cullen.
Carlisle era el jefe de todos ¿no?
Quizá en su oficina encontrara algo. Entre y había otro archivero, un
escritorio y varias cosas más.
Camine hacia el escritorio y encima
de él, había una nota que decía:
Edward por si llegas antes que yo, el
caso Labios rojos, está en el segundo cajón del escritorio.
PD: Tú tienes llaves.
Carlisle
Bueno, ya sabía dónde estaba lo que
yo buscaba. Intente abrir el segundo cajón del escritorio, pero tenía llave.
Utilizaría el truco con el pasador que había aprendido gracias a Seth, pero no
llevaba pasadores.
Busqué algo que funcionara, pero no
encontraba nada. Entonces escuche que abrían la puerta exterior.
-¿Lo ves Carlisle? Te dije que la
alarma había sonado- dijo aquella hermosa voz que por alguna razón, reconocía
perfectamente.
-Hay que averiguar quién está
adentro- contesto Carlisle.
Busqué donde esconderme pero no había
ningún lugar posible. Corrí para esconderme detrás de la puerta. Entonces
entrando Edward y Carlisle con sus armas en alto.
Espere a que entraran y salí
corriendo.
-¡Ey!- gritó Edward.
Salí a toda velocidad y me subí a mi camioneta,
la prendí y arranque a toda velocidad. Sorprendentemente no me dispararon me
dejaron irme o quizá iban a hacer otra cosa. Varias calles adelante baje la
velocidad, hasta detenerme. Tenía que conseguir esos malditos papeles.
Entonces vi por el retrovisor,
acercarse un volvo plateado. No le tome mucha importancia, hasta que se
atravesó en la calle, impidiendo que yo pudiera salir. Hasta ese momento me di
cuenta que lo conducía Edward. Afortunadamente todos mis autos tenían vidrios
polarizados, por lo que él no me veía.
Encendí mi camioneta y cuando me iba
a echar de reversa, un mercedes negro me encerró. Debía ser Carlisle.
Entonces acelere golpeando el volvo y
con el a Edward. Pero aunque moví un poco el volvo, Edward no se quitó de mi
camino.
Decidí que aunque Edward terminara
lastimado yo tenía que librarme de ellos –Carlisle y Edward– acelere a todo lo
que daba mi camioneta, pero esta vez no pare, empuje el volvo hasta abrirme
paso y salir huyendo. Carlisle y Edward me siguieron a toda velocidad,
intentaba de todo, daba vueltas, frenaba, regresaba y ellos no se despegaban de
mí.
Así que necesitaba pedir ayuda. Tome
mi celular y marque el teléfono de James.
-¿Ya tienes los papeles?- preguntó
James, con aburrimiento.
-No, necesito ayuda. Carlisle y
Edward llevan una hora siguiéndome por toda la ciudad y no me los puedo quitar
de encima-
-¿Me estás diciendo que te cacharon?-
preguntó alzando la voz.
-Sí, creo que había una alarma o algo
así-
-Llévalos al bosque, ahí estarán los
chicos- ordenó.
-James, no envíes a Jacob podría ser
peligroso-
-¿Me crees idiota? Es obvio que no lo
mandare a él- y colgó.
Dejé mi celular en el asiento. Frene
en seco, gire rápidamente y emprendí mi huida hacia el bosque. El volvo fue el
primero en volver a estar detrás de mí.
El bosque no estaba muy lejos, así
que llegue en diez minutos, no había nada ni nadie a la vista pero en cuanto me
adentre en él varios autos les cerraron el paso al volvo y al mercedes.
Entonces frene.
De los autos bajaron Jared, Seth,
Quil, Embry, Leah, Sam, Paul, Collin y
Brady. Todos con el rostro cubierto y pistolas apuntando a Carlisle y Edward
quienes permanecían en sus autos.
*Blin Blin Blin* -Sonó mi teléfono celular.
Leí el verificador y era James.
-Linda, si mando ayuda es para que
huyas ¡no para que te quedes parada!-
-Ya, ya voy-
-No se te ocurra ir a ninguna
mansión-
-¿Entonces?-
-Pasa la noche en un motel, ¡yo que
sé!- y colgó.
Pero antes de irme tenía que saber el
futuro que les deparaba a los policías. Baje de mi camioneta con el rostro
totalmente cubierto.
Al verme bajar Seth se acercó a mí,
sin dejar de mirar a sus objetivos.
-¿Qué ocurre?- me preguntó.
-¿Qué les harán?-
-Lo que ordené James, como siempre-
contesto rápidamente.
Espero les guste. Lo actualizaré cuando tenga tiempo.
PUEDEN DEJARME UN MENSAJE SIN ESTAR REGISTRADOS, para mi es muy importante su opinión Gracias.
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Autora: Zitlali Nna-Star
NOTA: Queda prohibida la copia total o parcial de este fanfic sin permiso de la autora.

woooow wwoooow woowowowow estaa super fascinante .. me gusto muchisimoo >< thomer lucy
ResponderEliminarSimple mente M E E N C A N T A♥ Actualiza pronto(Claro, si puedes)
ResponderEliminarNo nos dejes con la duda de que pasara JeeJee yo espero que nada -Kaamii-