—Ángela nos vamos de fiesta —avisó Kristen montándose en su
moto para ir a casa y arreglarse.
— ¿Enserio? ¡No sabes cuánto te quiero!
Ángela condujo mucho más rápido que Bella por lo que cuando
Isabella llego a la casa, Angie ya estaba lista.
Bella sonrío; es tan
fácil hacerla feliz —pensó.
Angie apresuró a Bella. Cuando ambas estuvieron listas,
Isabella le hizo saber a Angie que utilizarían su poder para no utilizar un
transporte y así, ser más rápidas.
Bella tomo la mano de Angie, y se teletransportaron a un callejón cerca del club al cual iban a
ir.
Para poder entrar Isabella y Ángela tuvieron que mostrar sus
papeles falsos, una vez adentro ambas tuvieron curiosidad por saber si podrían
emborracharse como los mortales. Pidieron y pidieron distintas bebidas hasta
que se dieron por vencidas con la conclusión que ellas nunca se emborracharían.
Isabella quería divertirse, desde que termino con el semidiós
Céfiro —lo cual ocurrió un año antes—, no había tenido un novio, ya que nadie
llenaba sus expectativas. Mientras que Ángela nunca en su existencia había
tenido novio. Bella estaba dispuesta a cambiar eso, al menos por su estancia en
la Tierra. Por supuesto que solo sería para entretenerse, porque nadie de ahí
abajo las merecía, o al menos eso pensaba Bella.
—Qué hermosuras tenemos aquí —comentó un joven que no rebasaba
los veinte años, acercándose a ellas.
—Ella es Ángela —presentó Isabella con la intención de que
algo se creara entre ellos.
—Un gusto hermosa dama —contesto el joven tomando la mano de
Angie y besándola.
Bella los dejo solos para que pudieran charlar a gusto.
Mientras se tomaba rápidamente su trago, un chico alto, moreno, atractivo y que
parecía tener veinticinco años.
—Mi nombre es Jacob.
—Bella —contesto, con una sonrisa coqueta.
—Y ¿Qué haces por aquí? Siempre vengo y nunca te había visto.
—Me acabo de mudar.
— ¿De dónde vienes?
—De un lugar aburrido y ¿tú?, ¿Vives aquí? ¿Estudias?
—Vivo en Forks, en la reserva Quileute, en La Push, y estudió
ahí.
—Yo también vivo en Forks. ¿Cuántos años tienes?
—Diecisiete.
— ¿Y te dejan entrar al club?
—Mi amigo es el dueño —contesto señalando al tipo que se le
había acercado a Angie—, ¿Quieres salir a caminar?
—Claro.
Angie no tardo, trata de no dar
información y sobre todo no te olvides de mantener tu poder.
Vale —contesto Angie.
Jake —como Isabella lo había nombrado— y Bella caminaron por
las oscuras calles de Port Ángeles, mientras platicaban animadamente, Jacob se
ofreció a mostrarle La Push, Bella no quería aceptar dicha invitación pues no
quería involucrarse con un mortal, pero no pudo negarse ante la insistencia de
él.
Después de varias horas la llevó a comer a su restaurant
favorito donde le conto algunas anécdotas que la hacían estallar en risas. El
tiempo se le paso tan rápido que ni siquiera notaron cuando amanecían, fue hasta
que la alarma en el celular de Bella los alerto que falta una hora para el
instituto.
— ¡Tengo que irme! —gritó histérica, mientras se ponía de pie
y tomaba su abrigo.
— ¡Espera! Déjame que te lleve a ti y a tu amiga, los dos
vivimos en Forks.
—Vale, le marcare a Angie.
Se giró y fingió hablar por teléfono.
Angie ¡Ya viste la hora! ¿Por qué no
me dijiste nada? Te veo en la entrada del club.
¡Dios! Es tardísimo, o tempranísimo.
Bueno, no importa llegamos en un segundo a Forks —contesto Angie, restándole importancia.
Emm, no. Jacob nos llevará —comentó Bella repentinamente
nerviosa.
¡¿Quién es Jacob?! Tienes cosas que
contarme, te veo en la entrada —murmuró mal humorada Ángela.
Jacob y Bella pasaron a recoger a Angie, pero ella tenía por
acompañante a Seth, el amigo de Jacob, quien se negó a que Jake se llevará a su
conquista.
Los amigos dijeron un
par de palabras, para después sonreír y preguntarles a las chicas si les
importaría viajar en moto, ambas negaron y tuvieron que esperar que Seth y
Jacob fueran por sus motos.
Jacob llevaba a Bella,
Seth a Angie e iban haciendo carreras, para ver quien llegaba antes a Forks.
Seth estuvo a punto de chocar pero no lo hizo gracias a que Jake
le gritó para que se percatara del auto.
Las llevaron hasta la puerta de su apartamento y dijeron que
no estarían conformes hasta dejarlas en su Instituto al cual ya iban tarde.
Faltaba una hora para el almuerzo, así que se dieron tiempo para ducharse y
ponerse unos bonitos y cómodos Jeans. Llegarían justo a la hora del almuerzo,
así se filtrarían fácilmente —o eso creían—.
Edward estaba ansioso y aunque le costara admitirlo, la chica
de ojos chocolates era la culpable. El no haberla visto llegar le había
angustiado de una manera que no creía posible, sus hermanos lo notaron pero
prefirieron no hacer ningún comentario. Además podía estar ansioso por otra
cosa ¿no?, quizá se comportaba así porque no sabía a qué se enfrentarían y al
no poder poner su plan en acción desde la mañana lo hacía sentir con
desventaja.
Las horas pasaban y no había noticias sobre Bella, ni
siquiera Stanley que era la que sabía todo sobre los estudiantes del Instituto,
sabía el porqué de su desaparición.
Sabía que debía estar contento porque de momento, la amenaza
no estaba presente. Pero no lo estaba. Estaba preocupado, toda la noche no
había podido borrar su delicado rostro de su mente y se había consolado con que
la vería al día siguiente, pero nunca contó con que ella no apareciera. Aparte
¿Quién falta el segundo día de clases? ¿Y si no regresaba? ¿Si nunca en su
existencia la volvía a ver?
Estaba molesto consigo mismo por dedicarle tantos
pensamientos a ella, pero no podía evitarlo. Ni siquiera se dirigían la
palabra, incluso podían ser enemigos y él solo pensaba en que haría si no la
volvía a ver.
Alice, por otro lado, estaba enfadada por no poder ver el
futuro de Angie y Bella, nunca se había sentido así, era como estar ciega, por
lo que hasta Jasper mantenía una distancia con ella.
Rosalie, estaba enojada por toda la atención que recibían
ellas. Ni siquiera ella había recibido tanta. Emmett se burlaba de todos porque
aunque pareciera no tener cerebro, lo tenía y sabía que todos estaban
comportándose extraño a causa de la ausencia de Isabella y Ángela.
El cuarto capítulo ya está, y como sé que en algunas ocasiones los fanfics muy largos pueden aburrir, ésta historia, se desarrolla muy rápido y quizá no llegue ni a los 20 capítulos :D Y para los que leen en face, recuerden agradecerle a Solange, que me ayuda a actualizar :D
Espero les guste y me regalen cinco minutitos para leerlo y dejarme su opinión.Lo actualizaré cuando tenga tiempo.
PUEDEN DEJARME UN MENSAJE SIN ESTAR REGISTRADOS, para mi es muy importante su opinión Gracias.
Si desean conocer mas de mis historias pidan unirse a mi grupo: Novelas del corazón
Autora: Zitlali Nna-Star
NOTA: Queda prohibida la copia total o parcial de este fanfic sin permiso de la autora.
—Ángela nos vamos de fiesta —avisó Kristen montándose en su
moto para ir a casa y arreglarse.
— ¿Enserio? ¡No sabes cuánto te quiero!
Ángela condujo mucho más rápido que Bella por lo que cuando
Isabella llego a la casa, Angie ya estaba lista.
Bella sonrío; es tan
fácil hacerla feliz —pensó.
Angie apresuró a Bella. Cuando ambas estuvieron listas,
Isabella le hizo saber a Angie que utilizarían su poder para no utilizar un
transporte y así, ser más rápidas.
Bella tomo la mano de Angie, y se teletransportaron a un callejón cerca del club al cual iban a
ir.
Para poder entrar Isabella y Ángela tuvieron que mostrar sus
papeles falsos, una vez adentro ambas tuvieron curiosidad por saber si podrían
emborracharse como los mortales. Pidieron y pidieron distintas bebidas hasta
que se dieron por vencidas con la conclusión que ellas nunca se emborracharían.
Isabella quería divertirse, desde que termino con el semidiós
Céfiro —lo cual ocurrió un año antes—, no había tenido un novio, ya que nadie
llenaba sus expectativas. Mientras que Ángela nunca en su existencia había
tenido novio. Bella estaba dispuesta a cambiar eso, al menos por su estancia en
la Tierra. Por supuesto que solo sería para entretenerse, porque nadie de ahí
abajo las merecía, o al menos eso pensaba Bella.
—Qué hermosuras tenemos aquí —comentó un joven que no rebasaba
los veinte años, acercándose a ellas.
—Ella es Ángela —presentó Isabella con la intención de que
algo se creara entre ellos.
—Un gusto hermosa dama —contesto el joven tomando la mano de
Angie y besándola.
Bella los dejo solos para que pudieran charlar a gusto.
Mientras se tomaba rápidamente su trago, un chico alto, moreno, atractivo y que
parecía tener veinticinco años.
—Mi nombre es Jacob.
—Bella —contesto, con una sonrisa coqueta.
—Y ¿Qué haces por aquí? Siempre vengo y nunca te había visto.
—Me acabo de mudar.
— ¿De dónde vienes?
—De un lugar aburrido y ¿tú?, ¿Vives aquí? ¿Estudias?
—Vivo en Forks, en la reserva Quileute, en La Push, y estudió
ahí.
—Yo también vivo en Forks. ¿Cuántos años tienes?
—Diecisiete.
— ¿Y te dejan entrar al club?
—Mi amigo es el dueño —contesto señalando al tipo que se le
había acercado a Angie—, ¿Quieres salir a caminar?
—Claro.
Angie no tardo, trata de no dar
información y sobre todo no te olvides de mantener tu poder.
Vale —contesto Angie.
Jake —como Isabella lo había nombrado— y Bella caminaron por
las oscuras calles de Port Ángeles, mientras platicaban animadamente, Jacob se
ofreció a mostrarle La Push, Bella no quería aceptar dicha invitación pues no
quería involucrarse con un mortal, pero no pudo negarse ante la insistencia de
él.
Después de varias horas la llevó a comer a su restaurant
favorito donde le conto algunas anécdotas que la hacían estallar en risas. El
tiempo se le paso tan rápido que ni siquiera notaron cuando amanecían, fue hasta
que la alarma en el celular de Bella los alerto que falta una hora para el
instituto.
— ¡Tengo que irme! —gritó histérica, mientras se ponía de pie
y tomaba su abrigo.
— ¡Espera! Déjame que te lleve a ti y a tu amiga, los dos
vivimos en Forks.
—Vale, le marcare a Angie.
Se giró y fingió hablar por teléfono.
Angie ¡Ya viste la hora! ¿Por qué no
me dijiste nada? Te veo en la entrada del club.
¡Dios! Es tardísimo, o tempranísimo.
Bueno, no importa llegamos en un segundo a Forks —contesto Angie, restándole importancia.
Emm, no. Jacob nos llevará —comentó Bella repentinamente
nerviosa.
¡¿Quién es Jacob?! Tienes cosas que
contarme, te veo en la entrada —murmuró mal humorada Ángela.
Jacob y Bella pasaron a recoger a Angie, pero ella tenía por
acompañante a Seth, el amigo de Jacob, quien se negó a que Jake se llevará a su
conquista.
Los amigos dijeron un
par de palabras, para después sonreír y preguntarles a las chicas si les
importaría viajar en moto, ambas negaron y tuvieron que esperar que Seth y
Jacob fueran por sus motos.
Jacob llevaba a Bella,
Seth a Angie e iban haciendo carreras, para ver quien llegaba antes a Forks.
Seth estuvo a punto de chocar pero no lo hizo gracias a que Jake
le gritó para que se percatara del auto.
Las llevaron hasta la puerta de su apartamento y dijeron que
no estarían conformes hasta dejarlas en su Instituto al cual ya iban tarde.
Faltaba una hora para el almuerzo, así que se dieron tiempo para ducharse y
ponerse unos bonitos y cómodos Jeans. Llegarían justo a la hora del almuerzo,
así se filtrarían fácilmente —o eso creían—.
Edward estaba ansioso y aunque le costara admitirlo, la chica
de ojos chocolates era la culpable. El no haberla visto llegar le había
angustiado de una manera que no creía posible, sus hermanos lo notaron pero
prefirieron no hacer ningún comentario. Además podía estar ansioso por otra
cosa ¿no?, quizá se comportaba así porque no sabía a qué se enfrentarían y al
no poder poner su plan en acción desde la mañana lo hacía sentir con
desventaja.
Las horas pasaban y no había noticias sobre Bella, ni
siquiera Stanley que era la que sabía todo sobre los estudiantes del Instituto,
sabía el porqué de su desaparición.
Sabía que debía estar contento porque de momento, la amenaza
no estaba presente. Pero no lo estaba. Estaba preocupado, toda la noche no
había podido borrar su delicado rostro de su mente y se había consolado con que
la vería al día siguiente, pero nunca contó con que ella no apareciera. Aparte
¿Quién falta el segundo día de clases? ¿Y si no regresaba? ¿Si nunca en su
existencia la volvía a ver?
Estaba molesto consigo mismo por dedicarle tantos
pensamientos a ella, pero no podía evitarlo. Ni siquiera se dirigían la
palabra, incluso podían ser enemigos y él solo pensaba en que haría si no la
volvía a ver.
Alice, por otro lado, estaba enfadada por no poder ver el
futuro de Angie y Bella, nunca se había sentido así, era como estar ciega, por
lo que hasta Jasper mantenía una distancia con ella.
Rosalie, estaba enojada por toda la atención que recibían
ellas. Ni siquiera ella había recibido tanta. Emmett se burlaba de todos porque
aunque pareciera no tener cerebro, lo tenía y sabía que todos estaban
comportándose extraño a causa de la ausencia de Isabella y Ángela.
El cuarto capítulo ya está, y como sé que en algunas ocasiones los fanfics muy largos pueden aburrir, ésta historia, se desarrolla muy rápido y quizá no llegue ni a los 20 capítulos :D Y para los que leen en face, recuerden agradecerle a Solange, que me ayuda a actualizar :D
Espero les guste y me regalen cinco minutitos para leerlo y dejarme su opinión.Lo actualizaré cuando tenga tiempo.
PUEDEN DEJARME UN MENSAJE SIN ESTAR REGISTRADOS, para mi es muy importante su opinión Gracias.
Autora: Zitlali Nna-Star

me gusto mucho el fic recien lo descubri y me encanto
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