Había encontrado a Kristen llorando
desconsoladamente en la acera, aquella escena me había roto el corazón. ¿Quién
podía hacerle daño a alguien como ella?
Le pedí que me dejara llevarla a
casa, les demostraría a todos que ella había regresado, que todo este tiempo yo
había tenido razón, ella regresaría, ella no me podía dejar.
En el trayecto note que iba ausente
pero trate de no darle importancia, tal vez era el motivo por el cual lloraba,
pero no me lo quería decir.
-Te amo- solté.
Lo que me helo la sangre fue que solo
asintió fríamente, al menos volteó a verme.
Cuando llegamos a mi casa todos se
alegraron tanto que temí que su efusividad espantara a Kris.
-¡Me alegro tanto que estés aquí!
Edward se había vuelto un amargado- comentó Emmett, por lo que lo fulmine con
la mirada.
-Gracias Emmett pero por favor
bájame- pidió Kristen claramente incomoda.
-Emmett le harás daño- dijo
preocupada Esme.
Mientras Kristen se acomodaba la ropa
note la vista fija de Carlisle en la cintura descubierta de Kris, lo cual me
molesto, pero entonces note que tenía un tatuaje. Iba a examinarlo pero Kristen
lo tapo.
-¡Kristen!- gritó Alice abrazándola.
-Alice- contesto Kris en un tono que
no identifique.
-Rosalie ven a saludar a Kristen- oí
que decía Emmett emocionado.
Seguí la mirada de Emmett y me
encontré con la furiosa Rosalie. Me
observo de reojo y salió corriendo escaleras arriba.
¿Qué le pasa? ¿Por qué se comporta
así?
-Discúlpala por favor, no sé qué le
pasa- pidió Esme.
-¿Puedo ir a hablar con ella?- preguntó
Kristen, no, suplico Kristen.
-Claro ve- contesto Carlisle.
Kris subió lentamente y con sumo
cuidado las escaleras hasta perderse de nuestra vista.
-¿Qué le dio a Rosalie?- le pregunté
a Emmett.
-No sé-
-Rosalie yo no quería, te lo jur…- escuché
decir a Kristen.
-¡No jures!- gritó una muy enfadada
Rosalie, seguida de un golpe.
Todos subimos corriendo a la habitación
de Rosalie, aunque Emmett llegó primero.
Entonces la puerta se abrió y Emmett
entro corriendo.
-¡Ey chicas, tranquilas!- escuche
decir a Emmett.
Lo primero que hice fue abrazar a
Kris pero note que tenía una mejilla roja. ¡Rosalie se había atrevido a
tocarla!
-¡Rosalie le pegaste!-
-Ella se lo gano- contesto Rosalie.
-Rosalie que descortés de tu parte-
la reprendió Esme.
-Ha sido mi culpa, tengo que irme- dijo
Kristen.
-No, no dejaré que te vayas por culpa
de Rosalie- conteste.
-¡Déjala que se vaya, nos haría un
favor!- gritó Rosalie.
-Basta Rosalie- dijo Carlisle
calmadamente.
-No peleen por mí, ya he hecho suficiente– pidió Kristen, mirando fijamente a
Rosalie.
Kristen salió rápidamente de la
habitación y yo salí tras ella.
-Por favor no me dejes, no otra vez- suplique recordando los
últimos veinticuatro meses sin ella.
-Edward es lo mejor, quizá ahora no
lo entiendas, pero lo harás- contesto
con severidad dándome la espalda
-Quiero entender, explícame- solté.
Nos quedamos en silencio por varios
minutos hasta que ella decidió volverse hacia mí. Pude notar que contenía las
lágrimas pero ¿por qué? ¿No regreso para quedarse? ¿Entonces?
Ella se quedaría y sería felices
juntos, tendríamos una hermosa hija y yo le diría siempre cuanto la amaba. Y
podía empezar por ahí.
-Te amo- le dije.
Más lagrimas se escaparon de sus
ojos, entonces se me aventó y me abrazo, me abrazó demasiado fuerte como si
quisiera retenerme, pero yo no me iría.
-Dile a Rosalie que está bien, que
quiero que te lo diga y que agradezco su silencio- susurro con dolor-
Me dio un delicado beso en la mejilla
y salió corriendo.
¿A qué se refería? ¿Qué sabia
Rosalie? ¿Acaso Kristen me había vuelto a dejar?...
Subí corriendo a la habitación de
Rosalie.
-Dímelo- ordené.
-¿Qué?- preguntó malhumorada Rosalie.
-Kristen dijo que me lo dijeras y que
agradecía tu silencio- conteste con temor.
-Rosalie vamos díselo- la animo
Carlisle.
-Carlisle ¿tú sabes de que habla?-
preguntó Esme.
-Lo descubrí hace unos minutos-
-¡Hablen!- grité desesperado.
-Ella… Kristen… es… la asesina que
has estado buscando- soltó Rosalie.
El silencio reino en toda la casa,
juro que podía oír el cantar de las aves de los alrededores. Observe a Rosalie,
es como si lo que acabará de decir estuviera en un idioma que yo no era capaz
de descifrar, no entendía lo que ella acababa de decirme. Simplemente me
hablaba en otro lenguaje que yo no era capaz de comprender.
-¿Me escuchaste?- preguntó Rosalie.
-Sí, pero no te entiendo- conteste
retrocediendo hasta pegarme en la pared, como si Rosalie tuviera algún virus
contagioso.
-¡Kristen es una asesina! ¡Es la
asesina que me secuestro y ayudo a escapar, es la asesina que me salvo en el
club aquella noche, es la asesina que regreso para matarte!- gritó.
Sus palabras fueron como miles de
golpes en el mismo lugar —en el corazón—, al mismo tiempo y una más fuerte que
el otro.
Es la asesina que regreso para matarte.
Es la asesina que regreso para matarte.
Es la asesina que regreso para matarte.
Es la asesina que regreso para matarte.
Es la asesina que regreso para matarte.
Es la asesina que regreso para matarte.
Es la asesina que regreso para matarte.
Es la asesina que regreso para matarte.
Es la asesina que regreso para matarte.
Es la asesina que regreso para matarte.
Es la asesina que regreso para matarte.
Es la asesina que regreso para matarte.
Es la asesina que regreso para matarte.
Es la asesina que regreso para matarte.
Es la asesina que regreso para matarte.
-¿Edward estás bien?- escuche decir a
Jasper.
-Tenemos un criminal que atrapar-
conteste saliendo de la habitación.
-Avisen a todos los aeropuertos,
centrales de autobuses, noticieros de la identidad de tan peligrosa asesina-
ordené preparándome para salir en su búsqueda.
Sentí una mano sobre mi hombro.
-¿Estás seguro?- preguntó Carlisle.
-¿Por qué no habré de estarlo?-
Condujimos a toda velocidad hasta el
departamento de Kristen, tocamos pero nadie abrió, abrí la puerta de una patada
y todo estaba hecho un caos, pero sobre una mesita había un pedazo de papel con
mi nombre, lo tome y comencé a leer:
Sé que ahora debes odiarme y no te
culpo, solo te pido me perdones, te juro que si yo hubiera podido elegir mi
estilo de vida, no hubiera elegido esté, pero lo hecho, hecho está no puedo
cambiar el pasado y no sabes cómo desearía poder hacer.
Gracias por darme tu corazón aún
cuando yo no lo merecía.
Al único hombre que he querido.
Isa.
Guarde aquella nota en mi bolsillo,
justo entonces mi móvil sonó…
Narrado por Isabella Swan.
Estacionada con Mónica frente a la estación de policías me arme de valor.
-Marie, no platiques nada de nuestro
pasada, nada, y da tu identidad falsa-
-Está bien pero ¿por qué lo dices
así? Si mataste a James ya nada nos impide estar juntas- Oh mi pequeña…
-Querida solo obedéceme- conteste
tomando su mano y entrando a la estación
de policías.
Entre a la oficina de Carlisle sin ni
siquiera tocar, o avisarle a su secretaria. Carlisle tardó bastante en alzar la
vista pero cuando lo hizo pude ver la confusión marcada en su rostro.
-Kristen…- fue lo único que
pronunció.
-Dije que tenía algo que hacer antes,
lo he hecho, todo está listo así que he regresado. Solo te pido que cuides a Mónica, por favor.
Cuídala como yo no supe hacerlo- roge.
-¿Cómo sé que esto no es una trampa?-
preguntó caminando hacia nosotras.
-No jugaría con Mónica, ni siquiera
de broma-
Sentí como Marie apretaba mi mano.
-Bien, yo me encargare de que este a
salvo- dijo tomando la mano de Marie y jalándola hacia él con precaución.
-Por favor no permitas que nada le
pase-
***
-Kristen tienes que decirnos tu
verdadero nombre- repitió Carlisle.
Ahí estaba yo, en una sala de
interrogación enfrente de Carlisle, observando cada uno de sus movimientos en
silencio.
-¿No dirás nada?- preguntó.
-Nada de lo que deseas saber-
conteste.
-¿Por qué?-
-No tengo tal derecho-
-Bien, solo recuerda que podría
restarte años-
-¿Qué? Una cadena perpetua quizá…
pero aun así me pudriré hay adentro-
Carlisle suspiro y salió, dejándome
sola, luchando por contener las lágrimas, luchando por pensar que todo esto era
una pesadilla y que pronto mi madre vendría a despertarme.
***
La juez dictó la sentencia, ni
siquiera me moleste en oírla ¿para qué? Simplemente sabía que nunca saldría de
ahí.
Sin pensarlo me gire hacia la parte donde
se encontraban Edward y los demás Cullen, para mi sorpresa Edward me sonríe
débilmente. ¿Cómo puede sonreírme? ¿Acababa de testificar en mi contra y me
sonríe? Quizá eso lo hacía feliz, saber que una asesina al fin tendrá lo que se
merece.
Pero su sonrisa no reflejaba
felicidad, simplemente tiene amor, amor puro impregnado en ella. Eso fue
demasiado para mí, atravesé toda la estancia esquivando a todos aquellos que
intentaban agarrarme, no sé como pero llegué hasta los brazos de Edward. Tuve
miedo de que me rechazará pero no lo hizo, me abrazo para después besarme.
Besarme como nunca antes.
Los murmullos comienzan a oírse cada
vez más alto.
-¡Orden, orden!- grita la juez.
-Te amo- susurró Edward.
Segundos después llegaron varios
policías y me sometieron obligándome a caminar hacia la puerta de salida. Me
trasladaron a una cárcel de alta seguridad.
Me guiaron a la que sería mi celda y
cuando la cerraron comprendí todo, como por arte de magia.
Mi vida no habría sido nada, no
habría tenido sentido si Edward no hubiera aparecido, todos aquellos momentos
que pase junto a él serian mi consuelo en este frío y tenebroso lugar. Y ahora después de tanto, después de oír
decir a Edward que me amaba y pensar que
yo solo lo quería me di cuenta cuan equivocada estaba, la idea de no volver a
verlo, de no volver a tocarlo, de no volver a besarlo me asustaba demasiado, la
vida sin él se me hacía imposible, comprendí lo que todo el tiempo estuvo ahí,
yo lo amaba, lo amaba desde el primer momento, desde el primer beso y nunca se
lo pude decir. No me queda más que su recuerdo, un recuerdo que me atormentara
el resto de mi vida por no haber sabido apreciarlo. Descubrí que todo había
valido la pena porque quizá si James no me hubiera convertido en lo que soy, no
hubiera conocido a Edward. Y aunque sentía que me dolía el pecho como nunca
antes, aún cuando sentía que se me desgarraba el alma tenía dos consuelos:
Marie estaba a salvo y Edward encontraría a alguien que lo supiera querer y
fuera digna de él… como yo no lo fui.
FIN
Gracias por
leer mis fanfics, por regalarme un poquito de su valioso tiempo. Espero este
fanfic haya sido de su agrado y les haya causado al menos una lágrima, les agradecería mucho si me dejan un mensaje con su opinión sobre el fanfic: lo que les gusto, lo que no les gusto, su parte favorita, etc. También quería preguntarles si quieren una segunda parte, o sólo un capítulo extra para explicarles todo lo que falta. Por favor comenten.
Atte: Zitlali Ramírez
PUEDEN DEJARME UN MENSAJE SIN ESTAR REGISTRADOS, para mi es muy importante su opinión Gracias.
Si desean conocer más de mis historias pidan unirse a mi grupo: Novelas del corazón
Autora: Zitlali Nna-Star
NOTA: Queda prohibida la copia total o parcial de este fanfic sin permiso de la autora.
continua el fanfic..... kiero saber q va a pasar con Edward.... :(
ResponderEliminarese final esta muy tristee...
si una segunda parte estaría bien
ResponderEliminarsegunda parte :D
ResponderEliminardefinitivamente me niego a crrer que ese es el fin .. debe haber una segunda parte por qu debe haberla.. hazla por fis =D
ResponderEliminarJajaja yo ame el final jaja, aun no defino si tendrá segunda parte pero yo les aviso :)
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