Alce la vista
molesta y me tope con aquellos ojos color avellana, eran raros pero
extremadamente hermosos, me miraban entretenidamente hasta que se percataron de
los míos y se movieron al otro lado del tren.
Sonrojada regrese la vista a mi libreta, volví
a escribir el problema en una hoja nueva, pero el resultado se me había
olvidado y no podía concentrarme.
Me di por
vencida y guarde mi libreta en mi mochila junto con el bolígrafo.
Observe por la
ventana, mi parada había llegado. El tren paro y yo baje rápidamente, había
llegado a la universidad.
Los árboles se
movían ligeramente, sin hojas adornándolos, las personas pasan con miles de
chamarras encima, algunas, incluso con cobijas y el aire haciendo de las suyas,
alzando faldas, haciendo volar papeles, despeinando a todos y haciendo que me
estremeciera de frío. El invierno no estaba entre mis estaciones favoritas…
Camine hacia la
entrada del instituto, el cual ya había
cerrado sus puertas.
-Buenos días
Señorita Swan- saludó el portero abriéndome la puerta pequeña para que pudiera
entrar.
-Buenos días-
Saludé.
Entre corriendo
al edificio, me dirigí a mi salón a toda velocidad, no quería llegar después
del profesor Manolo, eso sería casi suicidio. Observe por la ventana del salón
y ahí estaba el profesor, antes de que alguno de mis compañeros o el profesor
notaran mi presencia, regrese caminando al jardín de la entrada. Me senté
decidida a hacer la tarea de física mientras acaba la primera hora.
-Señorita Swan
¿Por qué no está en su salón?- preguntó la profesora Guadalupe.
-El profesor no
me dejo pasar- mentí.
Lo único que
esperaba es que no se le ocurría llevarme al salón, o mi mentira seria
descubierta.
-¿Otra vez
tarde?- preguntó.
-Emm si-
respondí tímida.
-Creo que
debería avisarle a tu padre-
-¿para qué?
Nunca lo veo- solté en tono grosero.
El rostro de la
maestra se endureció, pero reflejaba cierta sorpresa.
La profesora se
alejo a grandes zancadas. Yo, me senté sobre el húmedo pasto, saqué mi libreta
de física y mi bolígrafo.
Abrí mi libreta
y cuando me disponía a trazar un vector
el aire levanto las hojas, las acomode rápidamente, pero el aire insistió hasta
que puse mi codo sobre la esquina inferior derecha. Trace los vectores, medí
los ángulos hasta que por fin obtuve la respuesta. La coloque cuidadosamente y
guarde mis cosas, faltaban solo 2 minutos para el inicio de la segunda hora.
***
Salí del
instituto apresurada tenía que llegar a la estación del tren, no estaba a más
de cinco minutos del instituto pero si llegaba un solo minuto después el tren
me dejaba.
El violento y
frió viento se impactaba en mi rostro, haciéndome cosquillas. Sentía como si
estuviera entumida no podía correr por más que quería, el frío no era mi
aliado, eso era seguro.
Llegue justo a
tiempo a la estación. Aborde el tren y me senté a un lado de la puerta. Saque
mis audífonos, los desenrede, los conecte a mi celular y… me perdí en el
recuerdo de aquellos bellos ojos avellana, aunque no eran una novedad para mí,
pues mis ojos eran iguales, pero esos ojos tenían algo… algo especial que los
hacía lucir espectacularmente hermosos.
El tren se
detuvo, abrí los ojos y ya había llegado a mi parada, los 20 minutos de viaje
que normalmente se pasan muy lentamente, ahora se habían esfumado y todo a
causa de los ojos color avellana.
Bajé rápidamente
del tren y camine a un paso extremadamente moroso. Dos cuadras antes de llegar
a mi casa, me senté en la banqueta, saque mi libreta de notas –en ella escribía
las tareas, poemas, pensamientos, dibujos o simplemente rayones– la abrí por la
mitad, en un hoja en blanco, saque un lápiz y deje que mis manos recorrieran la
hoja como si tuvieran vida propia, no sabía que dibujaba, lo único que sabía
era que necesitaba dibujarlo ¿tenía miedo a olvidarlo?
Finalice el
enorme dibujo y me asombre al darme cuenta de que era. Dos enormes ojos me
miraban fijamente, hermosos, me recordaron a los de esta mañana.
Entonces observe
delicadamente y pausadamente, descubriendo que no eran parecidos a los de la
mañana, sino… que eran ¡ellos!
¿Qué tenían esos
ojos? ¿Por qué no dejaba de pensar en ellos? Preguntas absurdas comenzaron a
rondar por mi mente, así que decidí que era suficiente, tome mis cosas y me
dirigí a casa.
Espero les guste este nuevo fanfic. Lo actualizaré cada viernes y a veces cuando tenga tiempo otros días.
Si desean conocer mas de mis historias pidan unirse a mi grupo: Novelas del corazón
Autora: Zitlali Nna-Star
Colaboradoras: Andre y Maria.
me encanto siguela porfis... :D
ResponderEliminargracias :D
EliminarAH PRIMERA VEZ Q LOS DOS TIENEN SUS OJOS COLOR AVELLANE
ResponderEliminarQUIEN ES EL DUEÑO DE ESOS OJOS??? EDWARD??