Capitulo 3: Edward Cullen.

-Dame tu mano- ordenó Jacob.

De muy mala gana deje caer mi mano para que la sostuviera. Y así lo hizo.

Comenzó a deslizar el anillo de oro que Jame me había dado.

-¡No!- grité retrayendo la mano.

-Tranquila, mi padre sabe que la alarma sonara, pero cuando te ponga nuestro anillo de casados, la alarma se apagara-  explico estirando su mano para jalar la mía.

-Entonces ese tiene otro chip- me quejé.

-Aja- dijo cambiando los anillos.

-¿Qué no soy de confianza? No sé por qué siguen creyendo que huiré-

-Déjate de dramas y ya vámonos- contesto Jacob caminando hacia el garaje.

-¿En qué auto nos vamos a ir?- pregunté.

-Traje mi auto-

Claro con lo que amaba su pasado de moda Chevrolet Corvette Tuning 2010. No es que fuera fanática de los autos, pero bueno con todo el dinero que tenía ¿no podía comprarse un auto más actual?

-Mejor nos vamos en uno mío- sugerí.

-No, llevaremos mi auto- contesto subiéndose a su Chevrolet.

Di un fuerte suspiro, que esperaba me ayudara a aguantar las próximas horas al lado de mi esposo.

No tenía idea a donde nos dirigíamos pero tampoco importaba mucho, ¿a dónde podíamos ir? ¿La estación de policía? ¿Un bar? ¿Un antro? A donde fuera sería una pesadilla, cualquier lugar al lado de Jacob lo era.

-¿En qué tanto piensas?- preguntó Jacob serio.

-En como soportarte- conteste.

-¡Que linda! Piensas en mí- dijo sonriendo sínicamente.

-Idiota- murmuré.

-Gracias- contesto.

¿Alguien podía ser más insoportable que Jacob?

Entonces afortunadamente, el auto se detuvo.

-Llegamos- avisó bajándose de su auto.

Salí del auto, y me quedé parada observando en donde estábamos.

A nuestro alrededor había muchos autos, pero enfrente había un edificio bastante grande. Que inmediatamente note era un hotel de lujo. Toda la estructura era de cristal, tenía más de cuarenta pisos.

Entonces sentí la mano de Jacob sobre mi cadera y me aparte bruscamente.

-Somos esposos ¿recuerdas?- dijo divertido.

-Somos esposos que están a punto de divorciase- conteste fríamente.

Comencé a caminar hacia el enorme hotel, de dónde provenía una música tranquila y ligera… agradable.

Sentí como Jacob me abrazaba, pero trate de controlarme.

Al entrar nos recibió un hombre rubio y atractivo.

-Jacob que gustó que hayas asistido y tan bien acompañado-

-Muchas gracias Carlisle, te presento a Kristen mi esposa, Kristen él es Carlisle, mi jefe- contesto Jacob ¿cortésmente?

No, Jacob no era cortes, era un típico junior hijo de papi. Él no conocía los modales ni el respeto.

-Mucho gusto Kristen- dijo Carlisle estirando su mano.

-El gusto es mío- conteste tratando de sonreír y tomando su mano.

-Pasen chicos, mi hijo no debe tardar en llegar-

-Gracias- contesto Jacob.

Nos adentramos entre el enorme gentío. Esta era una enorme fiesta, como para que fuera solo para una persona. ¿Tan importante era?

-¿De dónde sacaste modales?- le pregunté a Jacob, quien frunció el ceño.

-¿Quién será el detective por el que estamos aquí?- me preguntó, tratando de ignorar mi comentario.

-Se supone que tú eres el policía, tú deberías saber- conteste bruscamente.

-Sonríe, se supone que somos una feliz pareja-

-¡Hijo que bien que llegas! Ven quiero presentarte a el nuevo miembro- escuché decir a Carlisle.

Momentos después se acercaron y a mí y a Jacob casi nos da un paro cardiaco. El detective tan esperado, era el chico del Antro de anoche, quien al verme sonrió, pero después endureció su rostro.

-Edward, él es Jacob Black nuestro nuevo miembro. Jacob, Edward es mi hijo- los presentó Carlisle.

Pero ni Jacob, ni Edward saludaron, por lo cual la cara de Carlisle se llenó de confusión.

-¿Sucede algo aquí?- preguntó Carlisle.

-Él es el chico de anoche- contesto fríamente Edward, sin dejar de ver a los ojos a Jacob.

-Vamos chicos, lo del pasado se queda en el pasado-

Jacob cambio su semblante serio y retador por uno sonriente.

-Espero nos llevemos bien- dijo Jacob con la voz llena de hipocresía -Te presento a mí esposa, Kristen Stewart- añadió.

Edward me observo, tomo mi mano y la besó –como todo un caballero– y dijo:

-Un gusto señorita Stewart-

-Lo mismo digo- conteste.

-¡Jacob ven!- le gritaron unos hombres al fondo.

-Regreso en un minuto, amor- dijo Jacob para ir con los hombres que le habían llamado.

-¿Es tu esposo?- preguntó Edward, mirándome a los ojos.

-Si ¿por?-

-Anoche no lo parecía-

-Anoche estábamos alcoholizados- conteste.

-No es cierto. Tu solo había tomado un trago y él había tomado bastante, pero no suficiente para estar borracho-

Me quedé callada ¿Qué podía decir contra eso?

-Acompáñame- pidió jalándome de la mano.

Me llevó a la parte de las mesas y nos sentamos.

-Entonces ¿me decías que ese patán es tu esposo?-

-Aja-

-¿Cuánto llevan de casados?- preguntó.

-¿Por qué tanta insistencia en mi matrimonio?-

-Curiosidad- contesto con otra de sus hermosas sonrisas.

-Eres demasiado curioso-

-Soy detective ¿Qué esperabas?- preguntó sonriendo de lado.

-¿Cuántos años tienes?- pregunté.

-¿Cuántos me calculas?-

-¿Veintidós?- Sonrió de una manera demasiado tierna.

-Veintiséis- contesto.

-¿Enserio?-

-Si ¿y tú?-

-Veinte-

-¿Tan joven y casada?- preguntó.

-Sí, cuando el amor se encuentra no importa la edad- conteste tratando de sonar como una esposa profundamente enamorada.

-¡Edward!- escuche que le gritaban a mis espaldas.

Edward se puso de pie y sonrió con cariño.

-Te extrañe mucho- dijo una joven de no más veinte años, con una estatura bastante pequeña y una hermosa gracia para caminar.

-Yo también Alice- contesto Edward abrazándola.  ¿Quién era ella?

-¿Por qué no nos presentas a tu hermosa compañía?- preguntó un chico alto y musculoso.

-Kristen, ella es Alice mi pequeña hermana. Rosalie la novia y casi esposa de mi hermano Emmett. Jasper hermano gemelo de Rosalie y novio de Alice- dijo Edward señalando a cada uno de los presentes.

-Hola- dije tímidamente.

-¿Así que regresaste con novia?- preguntó Alice examinándome, acción me hizo me sintiera cohibida.

-Oh no, ella es solo una amiga- contesto Edward apresuradamente.

-No te creo- comentó Rosalie, mientras Emmett asentía con la cabeza.

-Estoy casada- dije con el tono más suave que pude para que no sonará cortante.

-Que lastima, harían muy bonita pareja- lamentó Rosalie.

-Kristen tenemos que irnos- dijo detrás de mí Jacob.

-Ahora voy- conteste.

-¿Nos volveremos a ver?- preguntó Edward.

-Si el destino lo quiere, tal vez- conteste.

-¿Y si le ayudamos al destino y me das tu teléfono?-

Tome una servilleta de la  mesa, le pedí un bolígrafo a Edward y le escribí mi teléfono.

-¿En qué horarios puedo marcarte?- preguntó mientras le entregaba la hoja.

-A la hora que quieras- conteste -Adiós- me despedí para alcanzar a Jacob.

-Cuídate- dijo Edward.

Espero les guste. Lo actualizaré cuando tenga tiempo.

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Autora: Zitlali Nna-Star

NOTA: Queda prohibida la copia total o parcial de este fanfic sin permiso de la autora.